El fracking o fracturación hidráulica es una técnica utilizada desde hace más de 60 años en millones de pozos de exploración y producción de hidrocarburos en todo el mundo, incluida Europa.
La técnica permite mejorar la extracción de los hidrocarburos almacenados en los poros de las rocas que tienen una baja permeabilidad, es decir, en aquellas rocas cuyos poros están poco o nada interconectados entre sí. Consiste en producir pequeñas fracturas en la roca, para favorecer y aumentar esta interconexión, permitiendo que el gas fluya hacia el pozo y de ahí hasta la superficie.
Se trata, en definitiva, de generar las condiciones que, a veces y de un modo natural, se presentan en ciertos yacimientos de hidrocarburos que tienen porosidad y permeabilidad mayores.
El fracking paso a paso
- Primero, se perfora un pozo vertical hasta el nivel donde se encuentra las rocas de baja permeabilidad que contienen los hidrocarburos. Una vez alcanzado el nivel deseado, se continúa la perforación horizontalmente.
- Luego se introduce en el pozo una tubería de acero, desde la superficie hasta el final del pozo. A continuación se inyecta cemento entre el espacio que queda entre la tubería y las paredes del pozo, de tal manera que el pozo queda totalmente aislado de todas las rocas y acuíferos que haya atravesado. Por dentro de la tubería se introducen una serie de dispositivos, que permiten realizar selectivamente pequeñas y múltiples perforaciones a través de la tubería y el cemento hasta la roca que contiene los hidrocarburos.
- A través de estos pequeños orificios se inyecta agua a una presión suficiente que permita producir grietas y pequeñas fisuras en la roca, para generar un aumento de la permeabilidad. El agua inyectada va acompañada de arena que permite que estas grietas no se cierren una vez que han sido abiertas por la fracturación. Al agua también se le añaden pequeñas cantidades de aditivos, para favorecer la inyección y penetración en las rocas.
- A lo largo del proceso de fracking, y para garantizar la total seguridad de las operaciones, las operadoras controlan en tiempo real las presiones del fluido de fracturación y la extensión y localización de la red de microfracturas que se van generando.
- El proceso de fracturación dura entre tres y cinco días, y normalmente se hace una sola vez en la vida del pozo.
- Una vez terminado, el pozo devuelve parte del fluido inyectado, acompañado del hidrocarburo y agua originalmente presente en la roca. Al cabo de unas horas o días, dependiendo de cada caso, el pozo ya está listo para producir un flujo de hidrocarburo durante años o décadas.
Los aditivos
Los fluidos utilizados en el proceso de fracking se componen principalmente de agua y arena (99,5%). Los aditivos químicos constituyen el 0,5% restante. Por regla general, en una operación de fracking típico se utilizan concentraciones muy bajas de hasta doce aditivos químicos, dependiendo de las características del agua y de la roca que haya que estimular.
Estas sustancias, presentes en productos de limpieza del hogar, cosméticos o alimentos, cumplen funciones muy específicas, como reducir la fricción, aumentar la viscosidad del fluido y prevenir la precipitación de óxidos, entre otros.
Las buenas prácticas de la industria en lo que a construcción de pozos se refiere garantizan que no se produzcan filtraciones de aditivos en las aguas superficiales, los acuíferos, el suelo o el aire, de modo similar al de las numerosas actividades industriales que los utilizan y que generan residuos que necesitan ser tratados cumpliendo con la regulación vigente.
Además, todos los aditivos químicos utilizados en el proceso de fracturación cumplen con las estrictas normativas europeas y nacionales. La industria, como parte de sus compromisos de transparencia, apoya la divulgación de los aditivos químicos utilizados durante la extracción del shale gas a las autoridades reguladoras competentes y al público en general.
10 reglas de oro del fracking
- Sellar todas las instalaciones de superficie con láminas impermeables y asegurar el drenaje hacia canales perimetrales de captura.
- Tratar todos los fluidos del pozo tras la estimulación en tanques separadores para recuperar el gas natural disuelto.
- Instalar sondeos de control someros en los alrededores de la zona de perforación.
- Instalar tuberías de revestimiento reglamentarias para garantizar un alto nivel de seguridad.
- En las zonas que atraviesen acuíferos subterráneos, utilizar tuberías de revestimiento doble o triple para asegurar una completa estanqueidad del pozo respecto de las rocas atravesadas.
- Seguir las mejores prácticas a la hora de diseñar, ejecutar y evaluar el proceso de cementación de tuberías.
- Usar únicamente fluidos certificados tanto a nivel nacional como europeo.
- Hacer un seguimiento en tiempo real de la actividad microsísmica durante el proceso de fracturación hidráulica, para controlar la expansión de la red de fracturas.
- Utilizar tuberías de aleación resistentes que aseguran la resistencia a la corrosión a largo plazo.
- Usar una válvula de cierre de subsuelo para detener el flujo del pozo en la fase de producción si en algún momento se considera necesario.